
Originalmente autodenominado “Frank Cujo”, Jean Claude Van Damme recibió pequeños papeles en largometrajes. Además, también trabajó como taxista, camarero, instructor de aeróbicos y portero de discoteca mientras intentaba hacerse un nombre en Hollywood.
Cumple 60 años Jean-Claude Van Damme, el bailarín belga que supo salir de sus adicciones y de la lista negra de Hollywood
Vendió flores en la calle para pagar su billete de avión a Estados Unidos, en donde fue taxista, chofer, instructor de karate y hasta encargado de vigilar la entrada del bar de Chuck Norris.
Una vez en California trabajó como taxista, instructor de karate, chofer, masajista y guardaespaldas hasta que llegó el golpe de suerte: le presentaron a Chuck Norris.
Van Damme no solo entrenaba con el actor tres veces a la semana, también trabajó en su bar como encargado de vigilar la puerta.
“Los estadounidenses son grandes. No tuve ninguna pelea, gracias a Dios. Fui un buen idiota, simpático y no ocurrió ningún incidente”, recordó a The Hollywood Reporter (THR)sobre aquellos días.
Norris lo ayudó a conseguir un pequeño papel en Missing in Action (1984) y ya un par de años después alcanzó cierta notoriedad en Retroceder nunca, rendirse jamás, donde interpretó a un luchador soviético.
Pero un momento clave en su carrera llegó en 1987, cuando lo eligieron para actuar en Predator (Depredador), una película de acción y ciencia ficción que narraba la historia de un comando de élite cuya misión era rescatar a un rehén de una guerrilla con el ingrediente de un cazador extraterrestre que los acechaba en todo momento. La producción estaba protagonizada nada menos que por Arnold Schwarzenegger.
Todos conocemos las películas de Van Danne, uno de los talentosos actores de acción de Hollywood.